INTRODUCCIÓN
La base del
caballo es fundamentalmente independiente de cual sea la disciplina en
la que se va a desempeñar el animal, muchos futuros buenos caballos
dejaron de serlo por no haber tenido la oportunidad de iniciarse
correctamente.
Nuestra
intención al realizar este manual es darle al propietario de caballos un
recurso más para que pueda mantener su caballo educado y
disciplinado cuando lleve a su caballo para casa.
El sistema que
utilizamos es fruto de muchos años de experimentar y observar los
comportamientos de los potros, la mayoría de ellos se encuadran en este
sistema sin problemas y cuando hay alguno que no lo hace buscamos
soluciones alternativas para luego volver al sistema.
Hemos observado
que imponiendo límites y un poco de disciplina desde el principio con
los potros, después se hace mas fácil y difícilmente tengamos que
castigarlos, lo importante es no saltear etapas y siempre que la cosa se
complica volver a la etapa anterior, cuando cada etapa fue bien
absorbida difícilmente tendremos problemas.
Otra cosa que
hemos observado es que es mejor ir despacio y no tentarse con los
resultados rápidos, las veces que nos apuramos a montar los potros
tuvimos problemas más adelante.
Nuestra meta
luego del primer año es tener un caballo manso, relajado, de fácil
avanzar, que nos de un buen contacto en la mano, equilibrado en los tres
aires, que trabaje correctamente con el dorso y realice los primeros
trabajos laterales sin tensión. Si conseguimos ésto, estaremos prontos
para especializar a nuestro caballo en la disciplina que muestre más
talento.
PRIMERA
SEMANA EN LA CABALLERIZA
Lo primero que
hacemos cuando los potros entran a las caballerizas es hacerles una
detallada inspección para ver que no presenten nada que vaya a impedir
el inicio del trabajo. Es importante ver que no tengan lesiones, si
tienen los dos testículos, si no hay sobrehuesos, si la boca no tiene
ningún problema, etc. Lo ideal sería realizar esto acompañado de un
veterinario.
Después que
hicimos ésta primera inspección le asignamos un responsable a cada
potro, ésta persona se encargará del inicio del entrenamiento siendo
ayudado por un compañero en los primeros meses.
En la primera
semana enseñamos al potro a caminar al lado nuestro, esto puede ser en
el picadero o en un lugar abierto, es fundamental perder un par de días
en esto ya que un potro que sabe caminar a nuestro lado de sus dos
costados iniciará el trabajo a la cuerda fácilmente y no intentará
alejarse bruscamente cada vez que se asuste por algo.
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